sábado, 16 de julio de 2011

Infiel

Puede suceder durante los veranos, cuando la familia se separa. Ella parte con los niños a la playa y el esposo se convierte en el famoso soltero de verano. De él se espera que tendrá alguna aventura y diversiones. De ella se espera que cuide a los niños, se asolee, se aburra un poco y juegue canasta. Pero, durante esos días de relativa libertad, de sentirse más joven, más desnuda, tostada, sentir que aún la miran en la playa a los 35 años, tiene la oportunidad de conocer a otros hombres, muchas veces menores que ella y de sentirse halagada. Es el primer paso a la infidelidad.
También puede suceder en tiempos normales. Si la mujer no trabaja dispone de mucho tiempo libre, pero tiene menos oportunidades de conocer a otros hombres, porque sus salidas son en compañía del marido, y los otros hombres son amigos de él. Pero, a veces, en una fiesta ella baila con algunos de esos "amigos del marido". Él puede llamarla por teléfono al día siguiente. Es el comienzo.
Si la mujer trabaja, pasa varias horas al día en compañía de otros hombres. Ahí es fácil conocer a otro que llene un cierto vacío sentimental y pasional. En la oficina ella se olvida de su casa, de sus niños, de sus amarras. Allí se siente joven y elegante, compite por estar a la moda, por andar cuidada y bien peinada. Tiene el estímulo de sentir el interés de sus compañeros de trabajo...

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