jueves, 24 de febrero de 2011

El problema de los favores, es que hagas, lo que hagas, siempre te tardarás una vida en pagarlo en incómodas cuotas.

IN tolerancia

Me supera que no entiendan que el sol sale aún cuando está nublado, que si te gusta tener sexo con alguien de tu mismo sexo no eres extraño, que no creer en Dios es una opción, que la vida ajena es ajena porque no estás en ella, que estudiar una carrera no te hace experto en todo, que la vejez te dé total autoridad, que por ser el progenitor debas ser respetado de manera absoluta, sin ver tus errores, pecados, contradicciones y heridas, que porque no sepas otros idiomas el resto sólo deba escuchar la música es ese idioma.
Me supera

miércoles, 23 de febrero de 2011

sábado, 19 de febrero de 2011

Cómo

¿Cómo la amante convertida en esposa puede confiar en su marido, si para conocerla fue infiel?
¿Cómo crees en un libro que profesa la verdad absoluta sino tiene autor?
¿Cómo sabe la miel después del beso más dulce?
¿Cómo respetas a quién te prohíbe una conducta si este mismo la realiza?
¿Cómo se argumenta apasionadamente sobre un hecho sin haberlo vivido nunca?
¿Cómo se vive con el corazón muerto?
¿Cómo le cuentas a un desconocido todos tus pecados sin pensar que él nunca los cometió?
¿Cómo sabes que fue el momento de tu vida, si no haz vivido toda tu vida?
¿Cómo se puede tener más frío si el alma se congela?
¿Cómo se distingue el gran amor del amor de tu vida?
¿Cómo se sueña si la luz nunca llegó a tu ojos?

viernes, 11 de febrero de 2011

Quimio

Cierro los ojos, te miro, mis ojos aún te recuerdan joven, de cuerpo lozano, aunque tu piel es blanca se evidencia el correr de la sangre en tus mejillas, tus ojos ríen junto a tu boca, tus manos perfectas de uñas almendradas me llama, voy, me abrazas, acaricias mi cabello.

Abro los ojos, te miro, mis ojos ven lo más cercano a un zombie, quien te observa dudaría que aún hay sangre, tu piel perdió el brillo, tus ojos son dos cuencas con algo que alguna vez fue un iris rodeados de ojeras negras, tus manos, cadavéricas, casi no tienes uñas, no recuerdas una sonrisa, la enfermedad de la ira te devora y al parecer pronto habrá de terminar, me miras, corro sin entender cómo la cura de la enfermedad terminó siendo tu verdugo…