lunes, 11 de julio de 2011

Hostile Takeover

Lo reconozco.
Las cosas cambian, yo no soy ni seré la excepción. Dejé de compadecer, tiré los sueños y las ilusiones de cambiar el mundo en algún lugar para que mueran de inanición, mi conciencia, no sé, cambié el número y hace mucho que no recibo noticias de ella, dios, ¿qué es eso?.
Maduré, mandé al carajo al príncipe azul y lo cambié por sexo, dejé de pedir, para exigir, no compadezco débiles, amo a los fuertes, a los que pueden, los que dicen, los que no consideran, dejé el algodón y lo cambié por ácido, pasé de cordero a lobo hambriento.
Asunto: cambié y no para bien, ¿el problema?: me encanta.

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