Cuando estallas de rabia, también, estallas, lloras, gritas, destruyes, construyes y destruyes de nuevo, pero vuelve, la rabia es una planta, echa raíces en el cuerpo, la cortas y vuelve a crecer.
Podrás explotar de rabia muchas veces, pero hasta que descubras que es lo que la alimenta, volverá a crecer y se hará fuerte, contaminará tu cuerpo, tus ideas y si aún tienes, tu alma.