domingo, 27 de marzo de 2011

Cazando Dragones

Para llegar a tí, pondré 6 gotas en mi copa, me recostaré en mi cama, mi habitación no tendrá más luz que la del plenilunio y beberé despacio cada sorbo...
Cerraré los ojos y mi respiración será mi centro de trance, te invocaré con el pensamiento, hasta que mi desesperación y mi brebaje te traigan a mí, que te recostarás a mi lado y apoyarás tu cabeza en mi pecho, como antaño.
Cuando la copa se encuentre vacía, mi cuerpo estará quieto y mi alma se encontrará contigo en otra dimensión, antesala de donde nos reuniremos algún día, en este lugar donde nos encontramos no existe el tiempo, podemos hablar por eternidades que al despertar no fueron muchas horas.
Sabes, te extraño, empecé con 2 gotas y ahora 6, ¿si uso todo el frasco?
Nunca el opio fue tan dulce como la noche en que al fin me reuní contigo...

Su aliento es miel aromatizada con clavo de olor;
su boca, deliciosa como un mango maduro.
Besar su piel es como probar el loto.
La cavidad de su ombligo oculta acopio de especias.
Qué placeres yacen después, la lengua lo sabe,
pero no puede decirlos...

Walking Around

Sucede que me canso de ser hombre.
Sucede que entro en las sastrerías y en los cines
marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro
navegando en un agua de origen y ceniza.

Él olor de las peluquerías me hace llorar a gritos.
Sòlo quiero un descanso de piedras o de lana,
sòlo quiero no ver establecimientos ni jardines,
ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores.

Sucede que me canso de mis pies y mis uñas
y mi pelo y mi sombra.
Sucede que me canso de ser hombre.

Sin embargo sería delicioso
asustar a un notario con un lirio cortado
o dar muerte a una monja con un golpe de oreja,
Sería bello
ir por las calles con un cuchillo verde
y dando gritos hasta morir de frío.

No quiero seguir siendo raíz en las tinieblas,
vacilante, extendido, tiritando de sueño,
hacia abajo, en las tripas mojadas de la tierra,
absorbiendo y pensando, comiendo cada día.

No quiero para mí tantas desgracias.
No quiero continuar de raíz y de tumba,
de subterráneo solo, de bodega con muertos,
aterido, muñéndome de pena.

Por eso el día lunes arde como el petròleo
cuando me ve llegar con mi cara de cárcel,
y aúlla en su transcurso como una rueda herida,
y da pasos de sangre caliente hacia la noche.

Y me empuja a ciertos rincones, a ciertas casas húmedas,
a hospitales donde los huesos salen por la ventana,
a ciertas zapaterías con olor a vinagre,
a calles espantosas como grietas.

Hay pájaros de color de azufre y horribles intestinos
colgando de las puertas de las casas que odio,
hay dentaduras olvidadas en una cafetera,
hay espejos
que debieran haber llorado de vergüenza y espanto,
hay paraguas en todas partes, y venenos, y ombligos.

Yo paseo con calma, con ojos, con zapatos,
con furia, con olvido,
paso, cruzo oficinas y tiendas de ortopedia,
y patios donde hay ropas colgadas de un alambre:
calzoncillos, toallas y camisas que lloran lentas lágrimas sucias.


domingo, 20 de marzo de 2011

Boulevard

Encendió el cigarrillo, hacía años que no lo realizaba la operación pero descubrió que era como andar en bicicleta: lo aprendes joven para no olvidarlo más, puso en marcha el motor y manejó.
Sintió la mezcla deliciosa del viento lunar en el cabello con humo mentolado, no le importó el no tener licencia, la velocidad, se abandonó durante ese cigarrillo en la avenida donde el semáforo era la luna y Morrison su guía

miércoles, 16 de marzo de 2011

Grítale a dios todo lo que quieras, no ha oído a nadie en 2000 años, no empezará ahora...

domingo, 6 de marzo de 2011

Face to Face

-Debo decirte algo muy importante
-Te escucho
-Eres una gran persona pero tienes demasiada maldad en tu interior
- bueno y ¿qué era eso tan importante que tenías que decirme?

Imagínate que tienes una herida en alguna parte de tu cuerpo, en alguna parte que no puedes ubicar exactamente, y que no puedes, tampoco, ver ni tocar, y supón que esa herida te duele y amenaza con abrirse o se abre cuando te olvidas de ella y haces lo que no debes, inclinarte, correr, luchar o reír; apenas lo intentas, la herida surge, su recuerdo primero, su dolor enseguida: aquí estoy, anda despacio. No te quedan más que dos caminos: o renunciar a vivir así, haciendo a propósito lo que no debes, o vivir así, evitando hacer lo que no debe

viernes, 4 de marzo de 2011

Maldad

Aún recuerdo mi última conversación con ella

- Me dijeron que soy mala
-¿Quienes?
- las monjas
-¿ y les crees?
- no sé. Respondí algo angustiada, a mis 8 años maldad era un concepto lejano y atemorizante a la vez, no sabía bien qué era el infierno, pero terminar ahí me daba tanto miedo como confesarme con el Padre Antonio.
- La maldad es una estupidez, así que no te preocupes.
-¿cómo lo sabes?
-mira, te mueres de hambre y robas pan para comer y así vivir, ¿eso es malo?
-eh... no
-Lógico, estás protegiendo tu vida.
-¿qué es la maldad?
- hacer de la vida del resto miserable por placer, ser feliz aunque otros sufran, técnicamente es olvidarte del resto.
- ¿soy mala?
-¿Tú?, eres la persona más dulce que he conocido, no.
-¿cómo lo sabes?
-puedo ver la maldad
- ¿cómo?
- la veo en el espejo todos los días...

Fame Monster

Stephanie lloraba, no podía creer en sus palabras "no es que no me gustes, pero siento que no eres para mí", durante semanas pasó frente al espejo, mirando su nariz, sus ojos, sus rasgos italianos, maldiciendo su poca gracia.
Años más tarde decidió que la amarían, SÍ, la amarían, su cara saldría en revistas y nadie le sería indiferente, que pasaría a la historia.
Con esta inspiración, un día Stephanie escribió la historia de su romance, de su bad romance...

Crueldad

Ese don de vengarse sin culpas y que los envidiosos mortales consideran malo