No, no podía quedar así.
Tendría que recordarme por algo especial, no porque nunca llegué tarde, ni por mi eficiencia, no quería ser recordada por nada tan impersonal.
Ése fue nuestro último día juntos, fue la comida de fin de ciclo, nos fuimos juntos, luego cada uno por su lado.
Adiós, dijo él, Adiós respondí, iba a besar mi mejilla para despedirse y tomé su cara y lo besé en la boca, como siempre quise besarlo y como nunca más haría.
Me gusta recordarlo así, con su cara de sorpresa, con mi beso aún revoloteando por sus labios
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